Miguel Fernández fue el primero en llegar, y también el primero en irse. La práctica en doble turno del "santo" no le dejó tiempo ni siquiera para el postre. Cristian Chávez se hizo esperar un poco más, aunque fue uno de los últimos en abandonar la mesa. "Si tengo que pagar yo, no hay problemas. No le vamos a hacer poner plata al ?Monito?", chicaneó el máximo anotador del "decano", que de antemano sabía que la invitación corría por cuenta de LA GACETA. Sorrentinos de ricota y jamón, con salsa mixta, fue el plato elegido por el goleador "albirrojo", que acompañó la comida con gaseosa. "Yo también quiero comer pastas", dijo el "Negro". "Quiero los sorrentinos de salmón, con salsa parisiene", ordenó Chávez, que pidió agua sin gas.
A Chávez se le recordó su producción en nuestro diario con peluca y traje, como un bailarín de los años 70 por su forma de festejar los goles. "Cuándo vamos a hacer una nota así", se le consultó a Fernández. Y la respuesta, que no se hizo esperar, fue contundente: "nunca". "A mí no me gustan esas cosas. Me da vergüenza", agregó. "No nos saquen fotos con los vinos atrás que después hablan demás", pidió el ex San Lorenzo. "Mejor que se vean que están bien lejos nuestro", sugirió el "Monito".
Los futbolistas se mostraron más distendidos en "El Reloj" del parque 9 de Julio, donde posaron para las fotos. "Miren que esta es una zona de enamorados", se le hizo saber, mientras unían sus dos manos. "Conozco bien el parque porque yo soy de acá cerca, de la zona de Villa 9 de Julio", reveló Fernández, que se inició futbolísticamente en Sportivo Guzmán.
Un cronista de nuestro diario recibió más de una chanza. Sus zapatillas, llamativas por el color "naranja fluor y verde fosforescente", fueron motivos de algunas risas. "No me las pondría nunca", disparó el atacante "santo". "Pero miren que con esta volarían", retrucó el periodista. "Igual, no me animo a usarla", respondió Chávez, mientras mostraba orgulloso su calzado negro.
Lo que ninguno de los dos se animó a hacer es a pronosticar un resultado. "Es difícil", coincidieron aunque quedó en claro que ambos confían en sus equipos para el "partido del año". "Cuando llegué a Tucumán pregunté cuándo era el clásico. No soy hincha, pero me siento como tal. Quiero jugarlo y ganarlo", dijo el "decano". "Tengo muchas expectativas y quiero que llegue ya el partido", disparó el jugador "santo". Y finalmente la espera llegó a su fin.